Los 14 celulares que he tenido (parte 1)

Cada vez es más común ver un celular en manos de una persona de cualquier edad, se pueden personalizar tanto como el color del aura. Pero hace unos cuantos años no era así.
Había pocas opciones, no eran tan accesibles, las compañías que brindaban el servicio no eran tantas y que decir de los accesorios, no había mas que una funda que se acomodaba en el cinturón.

Los «viejos» tiempos de las telecomunicaciones me dan nostalgia, porque mi primer celular perteneció a esa época.
Acércate y ponte cómodo que vamos a iniciar el recorrido por el historial de los 14 celulares que he tenido.

Ericsson A1228

Era el año 2005, ya teníamos la mitad de la primera década del nuevo milenio recorrida cuando a mis 17 años recibí mi primer celular. Nuevo con su caja y manuales listos, en ese entonces no había muchos estilos que se pudieran elegir y la mayoría eran del mismo color, gris. Mi papá decidió que «ya tenia edad suficiente para tener mi propio celular» y me entregó un Ericsson A1228, su pequeña pantalla monocromática en color verde, su capacidad de reproducir tonos monofónicos, antena exterior y una agenda que tenia la capacidad de guardar mas de 100 contactos que jamás pude llenar, me hicieron dar mi primer paso al mundo de las telecomunicaciones móviles.
Con el pasar de las semanas me di cuenta de que tal vez no fuera una buena idea el tener un celular, ya que mi madre acostumbraba a llamarme a todas horas, no importando que estuviera en clase, aunque esto no era precisamente algo bueno, este tema será otra historia que más delante voy a contar.

Samsung de matrícula desconocida

Un semestre más tarde recibí una actualización de equipo, entregué mi Ericsson a cambio de este teléfono relativamente más pequeño, un samsung cuya matrícula desconozco pero que cambió la forma en la que pude comunicarme.
Aproximadamente tenía unos 12 centímetros de largo, al ser tipo «folder», tenía una tapa que se desplegaba para mostrar un pequeño teclado numérico, seguía siendo monocromático pero con un tono turquesa más «moderno» para la época. Este equipo tenía la capacidad de personalizar los contactos con algunos iconos y tonos, así podrías saber rápidamente quien quería comunicarse contigo. Este al igual que el celular anterior, no tenían tarjeta SIM, pertenecían a la tecnología CDMA y el número que te asignaba la compañía, se vinculaba al equipo. Una de las características que me hizo amar este celular era el código de bloqueo. Podías bloquear el equipo con un nip de 4 digitos y nadie podría leer tus mensajes o ver las llamadas. Con toda la confianza del mundo dejaba el teléfono en la sala y nadie jamás pudo leer nada en el. Como detalle de vanidad, tenía un pequeño orificio en la parte trasera del cual podía colgarse un adorno o correa. Cuando desapareció de mi vida, no tuve tiempo de quitarle el código de bloqueo, así que al dejar de pertenecerme, pasó a mejor vida.

Nokia 1100

Un buen día del año 2006, llegó el señor Nokia 1100. De este equipo ya había una variedad más amplia de colores: blanco, azul, rojo y negro. Cambió la forma de contestar y colgar, ya que existían un par de teclas con este propósito; haciendo que todo se concentrara en ese gran botón central. Adoraba este equipo, tenía características que lo hacían ser más versátil. Un editor de tonos, personalización de la imagen que se mostraba en la pantalla, calendario, despertador, el juego snake y una increíble linterna en la parte de arriba. Suave y acolchado teclado, fácil de limpiar y usaba ya una tarjeta SIM con su propio número; este equipo lo tenía todo para ser un modelo relativamente sencillo. Cuando este equipo llegó al mercado, se dispararon los modelos y tamaños diferentes, al existir una variedad como esta, una gran cantidad de accesorios salieron a la venta y como era de esperarse, me compré con mi primer sueldo de aquel entonces, una funda para mi flamante teléfono. Así como tenia cosas que amé, también le llegó la desgracia, eventualmente se cortaban las llamadas o no se oía el micrófono. Los dioses también pueden sangrar.

Pantech C120

Al poco tiempo de iniciar mi relación con el Pechán allá por el 2007, le entregué a el mi precioso Nokia y le dio muerte en una fuente del centro histórico de nuestra ciudad. Después de cometer tal atrocidad, me entregó una caja con una tarjeta que decía: «me cansé de que tu teléfono no funcione» y dentro de esa caja estaba este equipo, un Pantech C120. Fue el primer celular a color que tuve, tenía más juegos, funciones como calculadora, agenda, despertador, galería de imágenes, tonos polifónicos y una cámara trasera. El modelo que tenia era de color azul marino, pero existían la versión plata y negro. Este teléfono me llevó a pasar la clase de robótica, grabé una práctica de laboratorio en vídeo y la mostré como evidencia de su funcionamiento. En ese momento, era el que mejores características tenía entre los celulares de mis compañeros de clase y siempre agradeceré eso al Pechán. Aunque todavía era una función primitiva, ya existía el intercambio de datos del teléfono a una computadora, el cable que lo permitía era muy difícil de encontrar, así que nunca pude transferir nada.

Por ahora voy a dejarte hasta aqui, que la historia de los 14 celulares que he tenido se está haciendo muy larga a pesar de que son los inicios. Probablemente muchos ya no lo recuerdan, pero para todos hubo un primer celular, ¿cuál fue el tuyo? Cuéntame en los comentarios, probablemente habremos coincidido con alguno.

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