Un sábado por la mañana te despertaste para ver tu pelicula favorita mientras te desayunabas una quesadilla con un juguito de naranja, porque por fin había terminado la escuela y empezaban las vacaciones de verano y al dia siguiente te despertaste y tenías 30 años.
Y ahora te ves en la oportunidad de usar una lavadora pero te das cuenta de que después de varios meses, hay detallitos que no tenía, como unas manchitas de color café o que la ropa huele a humedad en lugar del suavizante que tanto te gusta.
Pues déjame decirte que no eres la primera persona que no sabe qué hacer con una lavadora en estos casos. Te voy a contar los problemas a los que me he enfrentado como una ama de casa novata.
Checa estos tres tips que me han salvado la vida (y la lavadora) con este aparato de linea blanca